LUCHO POR MI HIJO: Una Batalla por Amor. Una Victoria del Amor.

Combato por mi hijo cuenta la guerra que debió librar Pau Salvador para resguardar la salud de su hijo, por proteger la integridad psíquica, sensible de su niño. Esta obra nos zambulle en la crónica de un enfrentamiento en el que Pau Salvador luchó poniendo por enfrente los más destacados sentimientos mientras padre y también hijo se encontraban metidos en una complicada trama sicológica. «Mi niño -enseña Pau-, fue víctima de castigo infantil. Antes de haber cumplido los un par de años, siguiendo las órdenes de un automatismo psicológico, a fin de que su confundido cerebro pudiese sujetarse a una certeza sensible sentía, como acto reflejo, la involuntaria necesidad de rechazarme, tal y como si yo, su padre, fuera un ser extraño y dañino para él. Negado su instinto infantil a las reglas primarias no escritas en la naturaleza, mi pequeño me insultaba, me chillaba, me escupía, me daba empellones, me rasguñaba, me mordía, me propinaba patadas… no me dejaba agarrarlo, ni abrazarlo, ni besarle o hacerle carantoñas y, si se encontraba veinticuatro horas sin verme, el niño se olvidaba de mí, prácticamente no me reconocía…». Con estas expresiones Pau Salvador introduce el porqué de Combato por mi hijo, que versa sobre una alienación que arraigaba en la psique de un niño que iba a la deriva consecuencia de un lavado de cerebro, sufriendo el pequeño un síndrome que anidaba en una alienante telaraña que capturaba de forma totalizadora sus conmuevas