Los Escogidos (Conflicto nº 1)

El enemigo salió como vencedor del Jardín del Edén –de esta manera pensaba él. Satanás tuvo éxito en seducir a una tercer parte de la ciudad de los ángeles divinos a fin de que se transformaran en contrincantes de Dios. Después logró llevar a los primeros progenitores a desobedecer a Dios. Tenía éxito en su compañía. Desde entonces, el mal, el padecimiento y la desaparición se diseminarían por el planeta. No obstante, no sería de esta manera para toda la vida. Un Redentor tomaría sobre sí la penalidad que los humanos merecíamos. Nuestro Dios se transformaría en "uno de nosotros", pero sin pecado. Jesús pagaría tu pena y la mía a fin de que pudiéramos heredar la vida eterna. ¡Vendría un Redentor! El plan había sido trazado antes de la creación de todo el mundo. En este momento llegaría el instante de ponerlo en acción. Diso eligió ciertos seguidores, imperfectos, pero prestos a ser enseñados, a fin de llevar el mensaje: Noé, Enoc, Abraham, Jacob, Moisés, David y otros. Desde el primero de los días en que el pecado entró en nuestro planeta, el cariño y la felicidad de Dios han guerreado contra él. Lo que Satanás creyó que sería una victoria fue, de verdad, el comienzo de la derrota. El primero de los días del pecado en la Tierra marcó terminantemente el comienzo del fin para Satanás y el pecado.