Los cátaros: La herejía perfecta

El periodista Stephen O'shea nos muestra un ilustrador cuadro de la Francia medieval, tal como una evocación de otra temporada que transporta a meditar que la intolerancia religiosa es intemporal.

Radicales en sus ideas y dotados de una profunda espiritualidad, los cátaros rechazaban el materialismo, trataban como iguales a las mujeres, admitían la diferencia de credo, defendían el cariño libre y aseveraban que el infierno no existía. Pero más que nada, estos rebeldes pusieron en cuestión la autoridad de la Iglesia y su concepción del bien y del mal, ocasionando con esto que se tambaleara el sistema de valores impuestos.

Ante semejante situación, Inocencio III, apoyado por los señores feudales, fomentó unas campañas bélicas que, de 1209 a 1229, desempeñaron exitosamente su misión: exterminar el catarismo.

Reseña:
«Una crónica interesante de entre los capítulos mucho más vergonzosos de la historia de la Iglesia en la Edad Media.»
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