Los amigos no se besan: Una Novelette

Noach Meyer ahora tiene treinta, un trabajo permanente, un doctorado, y aún no posee pareja. Por este motivo, en vista de su reciente sentimiento de soledad, escoge que desea empezar a salir en citas y, como no sabe a quién mucho más asistir, escoge ir con Cedric Bullock, su mejor amigo que tiene mucho más parejas muchas veces de lo que él mismo tenía material por estudiar engañes hacía su postgrado.
Sin embargo, las cosas en el sendero se tuercen un tanto. En la adolescencia, Noach y Cedric eran los habituales chicos que parecían mucho más que solo amigos y que hacían cosas que no eran muy propias de solo amigos y, desgraciadamente, toda vez que Noach va a casa de su mejor amigo otra vez, es tal y como si todos esos años recularan y volviesen a ser el par de pequeños que se besaban a ocultas bajo las escaleras en la escuela.
“Los amigos no se besan”, acostumbraba a decir Noach.
Y Cedric sonreía, afirmaba “Lo sé” y, tras unos minutos, lo volvía a besar.