Las reparaciones (Diástole nº 17)

Si Seamus Heaney, a quien el poeta interpela en su proemio, fue popular como "el poeta de lo diario", solamente diario en nuestras vidas que el mal ni solamente humano que la intención de arreglar el daño. Quizá la poesía no restañe las lesiones ni nos redima, es decir la única forma viable de subsanar nuestros fallos. Impulsado por el sentido de la urgencia, con lenguaje desposeído y nítido, los versos de Fernando Jaén desentrañan con apostura clínica, con sabia precisión y alguna inocencia no exenta de resabio a cicatriz una historia amorosa que lo es —además de esto— al poema vívido y vivido, a la poesía como encarnadura: extraña y propia, única y alguno.
Las reparaciones urgentes no sorprenderá a quienes prosiguen la producción poética del creador. Una simple hondura recorre su obra, una honestidad expresiva que, en el presente libro, roza abiertamente el desvisto. Increíble ocasión para conocerla si el lector se aproxima a ella por primera vez, donde la poesía se recomienda como experiencia profunda, común, pero la palabra se impone como experiencia íntima trascendente.

Juan Carlos Friebe