A las órdenes del griego: Amores en Grecia (2)

"Yo siempre y en todo momento consigo lo que deseo… y te deseo a ti".

Ganar millones y acostarse con mujeres bellas no podía lograr que Bastien Zikos olvidara el lustroso pelo negro y los desafiantes ojos azul zafiro de Delilah Moore.

Tal es así que se encontraba presto a realizar lo que tuviera que realizar para hallar que la única mujer que lo había rechazado volviera con él. Si Delilah deseaba socorrer la errada compañía de su padre, debería entrar a sus solicitudes: ser su apasionado, ponerse sus diamantes y aguardarlo en cama.

Pero ¿qué haría el riguroso magnate en el momento en que descubriese que su rebelde apasionado era virgen?