Inteligencia artificial y bienestar de las juventudes en América Latina

Lo que el día de hoy comprendemos por IA (inteligencia artificial) está asociado a la planificación, la entendimiento del lenguaje, el reconocimiento de elementos y sonidos, la resolución de inconvenientes. Hablamos de nuevos algoritmos que conducirían al estudio acumulativo, simulando así la educación mediante la experiencia. En la última década fuimos presentes del veloz avance de la IA (inteligencia artificial) en distintos campos determinantes del quehacer humano. Como sucede con cualquier tecnología, la inteligencia artificial viene acompañada de gigantes retos y potenciales peligros para la sociedad, con lo que es imperioso tener conocimiento importante que fomente el accionar para achicar o eludir los probables efectos negativos. Varias ideas a nivel global dan cuenta de los sacrificios por entablar maneras de gobernanza de la inteligencia artificial para achicar sus potenciales impactos negativos y hacer mas fuerte las ventajas que puede ofrecer a la sociedad en campos como el futuro del trabajo, los sistemas de transporte autónomos, la salud, la educación, las finanzas, el comercio, entre otros muchos. Indudablemente muchas son las ocasiones que estas tecnologías tienen la posibilidad de prestar, pero entendemos que hay un peligro real de que, sin una intervención cautelosa, la inteligencia artificial logre exacerbar los desequilibrios estructurales, económicos, sociales y políticos, y remarcar aún mucho más las desigualdades fundamentadas en distintas cambiantes demográficas (introduciendo etnicidad, raza, género, identidad sexual y de género, religión, nacionalidad, edad y nivel educativo o social y económico) y de este modo impactar de manera negativa las vidas de varios jóvenes en el planeta, y en el caso en particular que nos ocupa, de la juventud sudamericana. Es por ello asimismo que los estudios en la zona consiguen suma importancia, puesto que estas tecnologías son construídas eminentemente en países como USA y China, lo que prolonga las brechas no solo en lo que se refiere al ingreso, sino más bien en de qué forma estos sistemas son diseñados, pensados y su coherente encontronazo.