Iglesia Tóxica

En los últimos tiempos la palabra “tóxico” se ha popularizado, no obstante, imaginar algo como una “iglesia tóxica”, puede parecer fuera de sitio. Pero, si bien hay muchas formas en las que observamos toxicidad en el cuerpo de Cristo, pienso que es viable sanar, volver a descubrir la pasión por Jesús y conseguir un desarrollo sin precedentes.

Para sanar, reconciliar y medrar es requisito admitir. En este sentido, por medio de estas páginas, vamos a hacer un viaje de reconocimiento, confrontación y sanidad, que es muy que se requiere para la Iglesia en estos momentos. Es escencial para el confort de la raza humana y para el cumplimiento de la intención de Dios, que tú y yo seamos desintoxicados de los hábitos culturales que han contaminado la esencia de la novia del Señor.

Te recomiendo comenzar conmigo este sendero de D-Tox, cuyo destino es lograr la referencia que Dios establece en su Palabra de de qué manera ha de ser la Iglesia en concordancia al deseo de su corazón. La misión es semejarnos mucho más a Jesús y reflejar su amor y gloria al mundo entero, a la gente lesiones y decepcionadas que precisan reconciliación.