Hijo de la ira (NOVELA POLICÍACA BIB nº 49)

Antes de fallecer, borracho y olvidado, Jim Thompson se despidió con esta novela. Era siendo consciente de que en ella volcaba sus obsesiones, toda la crítica a los valores morales que habían marcado su extendida carrera, toda la angustia que le había llevado al alcohol, el LSD y la desesperación, convencido de que, a la inversa de lo que pronosticaba la crítica, sus novelas no morirían con él.
Confirmaba conque su historia asimismo se encontraba marcada por esa oración que guiaba sus novelas. "Hay un solo razonamiento viable: las cosas no son lo que semejan". En esta asombroso y valeroso novela, asimismo. Allen, un joven negro criado por una madre blanca y que le ha sometido a abusos sexuales, mal y soledad, sabe a sus dieciocho años que solo puede eludir el terror que siente frente a las chicas de sus edad humillándolas. Capaz y cínico, descubrirá de qué forma realizar una venganza tan inopinada como despiadado. Va a ser considerablemente más simple de lo que había planeado. Allen, como la mayor parte de los antihéroes de Jim Thompson, de qué manera él mismo, se encara a su peor enemigo: su condición humana. Irrefrenado de cualquier atadura, Thompson acaba su trayectoria con una novela llena de símbolos, de crueldad y de sexo.
Un retrato indispensable del maldito siglo XX.