HEREDEROS DE UNA PROMESA

Wadod no recordaba jamás ser feliz en su historia. Desde muy niño fue obligado a ser útil a su laird y en el momento en que tuvo la edad bastante asimismo fue obligado a servirlo en cama. A lo largo de años su laird lo utilizo como un arma sexual para conocer los misterios de sus socios y contrincantes. Una puta que debía obedecer los deseos de su amo. Wadod detestaba su historia, si no fuese tan cobarde habría terminado con su vida años atrás antes de regresar a tener que acostarse con otro hombre para agradar a su señor. el cautivar al precioso puma era un trabajo mucho más. Wadod hacia bastante que no gozaba del sexo. Pero solo una mirada del bravo guerrero hacia que se calentara su sangre. Creyó que era diferente, por esa razón abrió su corazón a él… se enamoró por vez primera. Pero en este momento su compañero ni lo recordaba.

Rashid era desconfiado por naturaleza, vivía bajo sus términos, solo tenía una regla, un compañero era lo mucho más apreciado en la vida. Había fallado una vez al cuidar a una pareja. Había perdido varios años atrás. No deseaba pasar por lo mismo de nuevo. Pero un pequeño pelirrojo con ojos tristes lo logró cambiar de iniciativa. Se encontraba presto a socorrer al precioso lince, si bien le costara la vida. Todo se dificulta son descubiertos, no importaba cuanto costara, él llevaría a su compañero a un espacio seguro.