Hacia el Bicentenario: Breve Historia Constitucional en el Perú

El Perú, tierra ávida de descubrimientos, no deja de asombrar al mucho más racional habitante del mundo por sus elementos como su gente. Emular a otros sistemas democráticos resulta loable, pero no debemos olvidar su idiosincrasia sin la que, la forma como se ejercita la participación ciudadana resultaría aciaga. Es preferible aceptar lo que somos para conseguir un reflejo institucional acorde con la verdad que nos regula. El bicentenario nos deja mantener que la democracia peruana fué y es un sistema dinámico, asistido no solo por su Constitución y las leyes, sino más bien asimismo por los hechos y la ética principiante relacionada con una informalidad en distintas puntos que afectan a la gobernabilidad del paísLa cercanía por año 2021 nos expone el instante para enseñar que este fenómeno como otros, mucho más que ser combatidos por el Estado ha de ser primero evaluados a través de factores o indicadores, que dejen que las instituciones como las reglas sean mucho más eficientes y eficaces, desechando la percepción que estas no marchan por el hecho de que no se condicen con el espíritu de la regulación misma. De ahí, la vigencia del apotegma de roma: Del hecho nace el derecho, afirmación que supone buscar la adecuación de nuestra cultura a los elementos de control y orden, propios del derecho del Estado.El papel del Estado, cuya presencia es lejana en las ubicaciones inhóspitas dando sitio a su poco o nulo control que como autoridad le compete, olvidando que puede delegar, pero bajo una incesante supervisión sus funcionalidades en entidades de la sociedad. El Perú dista bastante de ser un Estado monolítico, llegando a ser hasta informal en la actuación de sus autoridades, más que nada políticas. Un hecho vigente pero no reciente fué y es la corrupción. Residía en las autoridades gubernativas del rey, más allá de que se llamaba abuso y por este motivo fue predeterminado el juicio de vivienda, con el fin de entender de qué forma se habían usado los elementos del monarca. Juicio que continuó a lo largo de la República. Sustituido en 1867 por un desarrollo técnico que entendía a los altos gobernantes estatales, ya que se creía que la mala práctica de bastantes no podía dejar en cuestión a todo el sistema.