Guadalupe Ortiz de Landázuri (Testimonios MC nº 28)

“La santidad se mide por la estatura que Cristo consigue en nosotros”, escribió el papa Francisco en Gaudete et exultate (p. 21). Guadalupe Ortiz de Landázuri (1916-1975) fue una mujer del Opus Dei que intentó en su historia lograr esa medida. Para bastante gente fue un modelo en el trabajo, la amistad y la alegría. Era química de profesión –en el momento en que eran escasas las mujeres que alcanzaban estos estudios universitarios– y en 1944 conoció a san Josemaría. Este beato le abrió un panorama nuevo en su historia: que el trabajo bien hecho es rincón de acercamiento con Cristo y servicio a el resto, y que podía dar a conocer con su vida esta leyenda.

Desde entonces, con su idea y seguridad en Dios, trabajó con alegría –en España, México y Roma– en la investigación científica, la dirección de centros universitarios, los trabajos del hogar, la promoción de ideas de solidaridad…

Los que conocieron a Guadalupe coinciden en que tenía un enorme corazón, un carácter resuelto –que intentaba controlar– una personalidad frágil y despacio