Fútbol el modelo de Juego: De la pizarra al entrenamiento

La figura del entrenador en la historia del fútbol siempre y en todo momento mantuvo un chato importante en la evolución del juego y la manera de comprender el entrenamiento. En las primeras etapas, la incomodidad de estos iba en la mayoría de los casos orientada a localizar los sistemas de juego (por medio de la ocupación de espacios) que pudieran desequilibrar al contrincante y beneficiar novedosas elecciones ofensivas y protectoras. Es de esta forma como el juego comenzó a superar del 1-1-8 de 1870, para, más tarde, mediante las novedosas tácticas que impulsaron los entrenadores, pasar por el conocidos sistema piramidal del 2-3-5, o la temporada del WM y su variación “punta de lanza”, que comenzó a marchar una vez se alteró la regla del fuera de juego y que pervivió prácticamente hasta el mundial de 1954.

No obstante, hasta 1950 precisamente no hubo particular preocupación por remarcar la línea protectora, y es en el momento en que se comenzó a imponer el sistema con 4 defensas, para pasar más tarde el Catenaccio, hasta el momento en que en 1970 el juego padeció una enorme evolución en ámbas fases del juego a través del término del fútbol total, donde se fortaleció el dinamismo del jugador y su sabiduría para formar parte en tareas tanto ofensivas (dando permiso que los defensores incurriesen con relevancia en acciones de ataque) como protectoras (el delantero era el primero que iba que aceptaba el papel defensivo y se implicaba en las trabajos de hurto del balón). Más tarde, y hasta nuestros tiempos, se fueron usando distintas sistemas que fueron marcando inclinación según el éxito deportivo de esos clubes que participaban en los torneos de todo el mundo, Copas de Europa etcétera.

No obstante, esta evolución del entrenador no fué única y de forma exclusiva desde la perspectiva del juego. La figura del preparador físico y el estudio y análisis del entrenamiento desde un criterio mucho más académico y científico permitió y ayudado al entrenador a progresar y hacerle siendo consciente de que para hallar el éxito no vale solo con investigar el juego desde una visión competitiva y estratégica, sino a fin de que el jugador llegue a tener altas cuotas de desempeño ha de ser entrenado a consciencia para esto, con un procedimiento que deje hallar las adaptaciones que el juego y el entrenador necesitan. De esta manera comenzaron a mostrarse los primeros métodos de entrenamiento, muy orientados a los deportes particulares, que por ese momento ahora se habían adelantado y estudiaban sus métodos para hallar mayores éxitos. Estos primeros sistemas de entrenamiento, donde los modelos de planificación, de diseño de tareas y de entrenamiento generalmente, que distaban bastante del juego, pero que cuando menos comenzaban a producir una cultura del avance y del esfuerzo para lograr rendir mejor. Más tarde, a través del estudio y también indagaciones, se produjeron novedosas tendencias en el entrenamiento que provocaron una enorme evolución en este deporte, orientando el desarrollo del entrenamiento a las pretensiones del juego y el carácter de la competición.

Llegados a este punto, la alta y fuerte competitividad que brota en el fútbol profesional, ha favorecido que los entrenadores traten de buscar a través del análisis del juego y la construcción de un esquema que asista a trasmitir las ideas del entrenador al grupo, con el objetivo de lograr de la forma mucho más rápida viable las mejores posibilidades en competición. Es desde aquí, en el momento en que empieza a mostrarse la iniciativa de Modelo de Juego (MJ), eje sobre el que da un giro esta obra y sobre el que los autores intentaremos arrojar algo de luz a través del estudio, la investigación y ciertas proposiciones teóricas y prácticas. Es esencial destacar que el contenido de este trabajo fué creado con la convicción plena de estimar mostrar nuestras inquietudes y también ideas, distanciándonos en todo instante de estimar imponer, producir o detallar un procedimiento cerrado, que se distancie de la reflexión o se logre transformar en recetas o fórmulas.