Fútbol y anarquismo (Mayor nº 761)

Fútbol y anarquismo acostumbran a mostrarse como mundos disociados, si no enfrentados, por sus irreconciliables intereses y desarrollos. Injuriado por ser una invención burguesa, sus efectos despolitizadores y alienantes y por haberse transformado en un omnímodo negocio que ha arruinado su sentido lúdico, principiante y habitual, el deporte rey y sus vínculos y afinidades con los movimientos ácratas o de corte libertario no son tan insólitos como pudiese parecer de entrada. Los dos tienen un origen coetáneo, saben conjuntar la capacidad individual con la solidaridad colectiva, sin tampoco olvidar que fueron las clases obreras y sus asociaciones las que se apropiaron de este deporte, que ofrecía la oportunidad de competir en igualdad de condiciones, y contribuyeron a su popularización en el mundo entero. Este libro revela una cara poco famosa de las confluencias pasadas y presentes entre fútbol y anarquismo. De Argentina a Chile, de España a México, de Inglaterra a Italia, de Croacia a Francia, o de Brasil a Uruguay, su creador prosigue la singladura y peripecias de varios clubes y aficiones fundados o vinculados en sus principios al anarcosindicalismo y a otros movimientos obreros —bastantes de los que hay todavía y son internacionalmente populares, como el Argentinos Juniors, Corinthians y Sankt Pauli. Pero el paseo no se detiene aquí y da asimismo un panorama de equipos y también hinchadas mucho más recientes, expresión viva de lo que se da en llamar "fútbol habitual" y "fútbol alterno", que, sin adherirse a la identidad anarquista y libertaria o a sus doctrinas, defienden la dimensión colectiva, cooperativa, autogestionada y no mercantilista de este deporte, al unísono que se comprometen en diferentes luchas sociales y políticas.