La forja de un rebelde

Una autobiografía novelada en tres partes que fué conocida como entre los testimonios mucho más escalofriantes que se hayan escrito sobre la guerra civil de españa.

Exiliado en Inglaterra desde 1938, Arturo Barea se dedicó absolutamente a la literatura y al periodismo y fue «en la paz del country» donde acabó La forja de un rebelde, una trilogía que figura entre las piezas maestras de la literatura universal.

En la sección primera, La forja (1941) Barea cuenta su niñez y primera juventud en el La capital española de principios de siglo. Tras el enorme éxito de este libro, llegó a las librerías inglesas la segunda parte, llamada La ruta (1943), donde Barea cuenta sus primeros escarceos literarios y, más que nada, sus vivencias en la guerra de Marruecos. La llama (1946), lanzada por la editorial inglesa Faber & Faber, vendió cerca de 6.000 ejemplares en solo seis meses. La razón fue que Barea, en el relato de su historia, había alcanzado, descrito, sufrido y llorado el 18 de julio de 1936 y los años horribles que le prosiguieron, hasta su exilio en 1938.