Fenomenología y psicología del desarrollo: La búsqueda de una articulación

Una distinción normalmente admitida en el avance del niño es la establecida entre el intérvalo de tiempo preverbal, o sensoriomotriz, y la aparición de las formas representacionales. En las perspectivas habituales de la psicología del avance el periodo de tiempo sensoriomotor se ofrece como el origen causal de las formas mucho más complicadas de la función simbólica, que tras cumplir su papel generador desaparece en la cognición adulta. En contraste a estas perspectivas habituales, las posiciones de la cognición corporizada denuncian una presencia persistente del cuerpo en los procesos de conocimiento. El salve del cuerpo en las formas cognitivas mucho más complicadas se da con relación a una reconsideración del inconveniente de la acción y desde una perpectiva de primera persona. la sensación de ser agentes y de habitar un cuerpo que nos forma parte es una parte de esta resignificación de la iniciativa de cognición, que deja comprender que el saber no es una actividad desencarnada, de un sujeto sin visión personal. Es exactamente la fenomenología la que nos da las herramientas ideales para comprender la cognición relacionada a un cuerpo y para entender la acción como ligado de un agente que se siente como unidad subjetiva. Esta visión de primera persona ha de ser establecida desde los primeros instantes del avance para lograr comprender de qué forma el niño en el intérvalo de tiempo preverbal consigue coordinar sus acciones. El abordaje fenomenológico de los primeros instantes del avance es exactamente la preocupación central de este artículo.