El espía de Franco

«¿Para qué exactamente abrir lesiones? Que si el mestizaje, que si lo mexicano, que si lo español... Y peor aún si van unidos a traumas históricos, corrupción, dictaduras, imposturas.»

José Gallostra llevaba un par de años fungiendo como ministro extraoficial de la España franquista en el momento en que, el 20 de febrero de 1950, fue ejecutado a balazos en una calle de la Localidad de México. Gallostra actuaba de todos modos no como embajador, sino más bien como un espía político, y servía de link en operaciones ilegales, en contubernio con ciertos individuos de la colonia de españa. Además de ocasionar un enfrentamiento diplomático, y de que su ejecutor material, un visible sicario, no se resistió al arresto, su asesinato encierra un misterio: ¿quién lo ordenó y con qué propósito? ¿Los republicanos, los marxistas, los ácratas, nuestro Franco, para favorecer una crisis?

Gallostra era un enorme ajedrecista y un personaje atractivo, galante, pícaro y lujurioso sin trabas, conque asimismo cabe meditar: ¿fue su muerte la venganza de algún marido cornudo?

Sostenida en una minuciosa investigación, esta novela asimismo exhibe un rico mosaico de la sociedad de españa asentada en la capital mexicana en una temporada vibrante y definitoria, donde conviven tanto el muralismo y la civilización del exilio como Diego Rivera, José Gaos, Miguel Alemán Valdés y Lázaro Cárdenas.

Luis Rius Caso logró una beneficiada mezcla de los elementos del thriller con los de la novela histórica.