El espejo de las almas simples (Tiempo de Clásicos nº 21)

El 1 de junio de 1310, en París, murió en una hoguera de la Inquisición una mujer de la que poco se conoce: Margarita Porete, una beguina de la zona de Hainaut que había escrito un libro, El espéculo de las ánimas sencillos, y que fue la causa de su condena. Tras su muerte, este libro tuvo tan colosal difusión que, en los últimos siglos de la Edad Media, traspasó fronteras geográficas y lingüísticas como pocos contenidos escritos de su temporada, traduciéndose del francés (o del posible original picardo) al latín, al inglés y al italiano.
Escrito con apariencia de un diálogo entre personificaciones alegóricas, y en el contexto de las maneras de expresión de la literatura cortés, El espéculo de las ánimas sencillos es una obra que enraíza en las corrientes de la llamada «mística femenina» del siglo XIII y cuyos contenidos se vinculan íntimamente al pensamiento del Profesor Eckhart, quien prácticamente de forma segura lo conoció y leyó. El libro, caído en el olvido, fue redescubierto, y con él su autora, en pleno siglo XX. Desde ese momento se reconoce en esta obra entre los enormes jalones de la literatura mística occidental.

«Antes de encararme a un juicio por herejía en la Edad Media, yo habría dejado de redactar. Pero Margarita Porete no lo logró