Entre el puente y el río: Una mirada de misericordia ante el suicidio

¿Qué hay entre un puente y un río? En fachada la nada, una masa de aire y una mezcla poco traje de sonidos. Alén del vacío, ese tramo de mayor o menor altura piensa el objetivo de la vida para una cantidad enorme de personas, pero la sociedad de la cual formamos parte calla. En torno al suicidio, hay un tabú muy arraigado que llena de provocador silencio y de angustia la vida de los que se quedan, los llamados «sobrevivientes».
En estas páginas, no obstante, no tenemos ganas proseguir en silencio y vamos a hablar de la verdad del suicidio y de lo que acarrea para encarnarlo en historias de vida que asistan a romper ideas preconcebidas, temores y concepciones equivocadas, partiendo de la profunda seguridad de que, entre el puente y el río, cabe la clemencia de Dios.
Mi madre se suicidó el 16 de diciembre de 2009. Desde ese momento soy poco a poco más siendo consciente de la necesidad de charlar de este tema, de no pasar por arriba, de poner nombres, de eliminar el estigma, pero eso suponga el mal de reconstruir una historia que tampoco es cómoda de leer. ¿Y quién soy yo para charlar del suicidio? Solo alguien mucho más que cruza este puente en pos de respuestas, enormemente complacido a quienes me han acompañado y también impulsado y asimismo a esos que, como yo, desean continuar viviendo con promesa.