El enigma de la calle Arcos

Considerada el día de hoy la primera novela policial argentina actualizada, «El misterio de la calle Arcos» apareció, a lo largo de los meses de noviembre y diciembre de 1932, con apariencia de folletín en la Gaceta Multicolor del habitual períodico vespertino Crítica.
La trama, una intriga de enorme estilo, se lleva a cabo en Buenos Aires y se anota en la tradición del secreto del cuarto cerrado cuya primera formulación está en «Los crímenes de la Rue Morgue» de Edgar Allan Poe. El cuerpo fallecido de Elsa Avilés, mujer de Juan Carlos Galván, es descubierto en su habitación la que se encontraba clausurada por la parte interior con un cerrojo. El joven periodista Horacio Suárez Lerna, del períodico En este momento, hace las ocasiones de estudioso manteniendo que no fué suicidio sino más bien asesinato y se lanzará a una pesquisa detectivesca al lado del inspector César Bramajo a quien se le asignó la situacion. Esta intriga mezcla amores, amantes, juego furtivo, lealtad perruna, rivalidad periodística y lucimiento policial, prácticas sociales y el accionar de los medios.
El creador es un secreto: Sauli Lostal es un seudónimo que bien ha podido tratarse del periodista Luis A. Stallo o, quizás, de alguna autora de nombre Luisa (Sauli es anagrama de Luisa). La edición de 1933 en libro es reseñada lateralmente por Borges en «El acercamiento a Almotásim» («Historia de la eternidad», 1936).