La emboscada siniestra (El Asesino de las rubias nº 7)

Tras ofrecer el sí, ratificando que el cariño se sobrepone aun al pasado mucho más cruento, Thomas y Stephanie estaban preparados para gozar de su luna de miel, la antesala digna y precisa de un futuro que se presagiaba promisorio.

Extraños a los enormes hoteles y reticentes a los paraísos tropicales que de forma frecuente se proponen como la cita ideal, la flamante pareja optó por desvestir el cariño en una gran vivienda distanciada de todo el mundo, una gran y añosa construcción en la mitad de un páramo desértico.

¿Qué podía salir mal? Todo pintaba de ensueño, un cuadro pintado hacía siglos que esperaba tolerante por los personajes principales solamente bocetados. No obstante, como una maldición que los persigue a sol y sombra, la tranquilidad se resquebraja en el momento en que avisan que alguien cambió su destino idílico y la vivienda que habitan oculta mucho más de un misterio siniestro.