El rey de la cocaína: Mi vida con Roberto Suárez Gómez y el nacimiento del primer narcoestado

Llamado «el Robin Hood de Bolivia» por la gaceta Time y fuente de ins-
piración para un personaje clave de la película Scarface, Suárez procuró
abonar la deuda externa boliviana mientras que era entre los hombres
mucho más buscados por la DEA en el planeta. El deslumbrante testimonio de Ayda
Levy, su viuda, que revela una parte primordial del puzzles del
narcotráfico que nunca había sido contada.

Bautizado por la prensa en todo el mundo como «el Rey de la Cocaína»,
Roberto Suárez Gómez llegó a exportar todos los días prácticamente 2 toneladas de
la sustancia desde sus laboratorios en la amazonia boliviana a sus asociados
del cártel de Medellín, comandado por Pablo Escobar, a USA, en
una operación conjunta con la CIA, y a Europa. Cuidada por la
corrupción de gobernantes de múltiples países, tal como por militares y
mandatarios bolivianos, La Empresa fue famosa como «la General
Motors del narcotráfico».
Ayda Levy, viuda de Roberto Suárez, de quien se apartó al darse cuenta de
que el acaudalado empresario, descendiente del imperio del caucho,
se encontraba implicado en el narcotráfico, cuenta en estas páginas sus
experiencias y las revelaciones que el productor de la sustancia mucho más pura del
planeta compartió con ella. La memoria insuperable de la autora va
develando, por ejemplo, la financiación de golpes de estado, el
involucramiento de Klaus Barbie, el Carnicero de Lyon, la implicación
directa del Banquero de Dios, Roberto Calvi, la negociación de las sendas
con el general Noriega y con el gobierno cubano, y el plan acordado con
el coronel Oliver North para financiar a la contra nicaragüense con el
producto de la venta de cocaína en USA.