El Presidente que Yo Quiero: La hora en que los genios vuelven a la botella

A la clase política que acepta el poder en la República, se les olvida de manera fácil que son usados de este pueblo que los escogió. No son monarcas. Son seleccionados de manera democrática, en consecuencia tienen la obligación de rendir cuenta de sus acciones y ofrecer cumplimiento del plan de gobierno o de trabajo propuesto, en caso contrario eso asimismo tiene por nombre traición a la patria.

Se desesperan por venir a la presidencia sin estar listos para ocupar el cargo más esencial en el país. Dado a que la política únicamente la usan como trampolín para conseguir dinero simple, estimulando la corrupción y poniendo en riesgo la seguridad del país en todos y cada uno de los puntos. Esto asimismo es corrupción.

El sueño de todos es tener un país unido, que impulse el avance de la civilización, educación, produzca empleo, optimize las condiciones de salud y buscar el confort popular de los conciudadanos. Es hora que se terminen los repartos y componendas entre los políticos familiarizados a vivir de los dineros del pueblo. Es requisito terminar con los criminales teniendo una justicia sin dependencia. Con sanciones penalizadas drásticamente contra quienes hurtan los dineros del pueblo.

Llegó el instante de que los mandatarios o exgobernantes dejen de proseguir cobrando salarios políticos para toda la vida, u otras prebendas, justificándose de haber ejercido la presidencia, sin haber hecho nada en pos de la sociedad, y finalmente finalizar enjuiciados penalmente por corruptos.

Si es hora de soñar con un gobierno para todos, gobernado por un líder listo para ejercer la presidencia y con la capacidad de trabajar con sus ciudadanos.