El portador de luz

La profecía se está cumpliendo, los signos son claros, el resurgir de Lucian es inminente. Sus secuaces son legión y no se detendrán frente nada ni absolutamente nadie si con esto alcanzan traer a su profesor de vuelta. En este planeta, los seres sobrenaturales conviven con los humanos en una frágil tregua que amenaza con romperse. La Fraternidad de la Luz, construída en tiempos de guerra, ha jurado resguardar la estabilidad. Por azares del destino, El Custos de la Fraternidad, Erik De Ville, se hallará con el que piensa que es el preferido, el último portador de luz. Un joven jóven, llamado Will, que ha perdido a todos y cada uno de los que le eran estimados. Erik ve el potencial de Will, un poder que escapa a la compresión y que va a ser la clave para vencer al fin y al cabo al Caído. Rodeados por contrincantes, Erik va a llevar a Will a la fortaleza que los suyos tienen en la mitad del bosque de la niebla, La Academia. Allí Will va a deber entrenarse para controlar la luz que tiene, pero no todos y cada uno de los que le cubren van a estar en pos de sostenerlo con vida. Al paso que Will pelea por subsistir en La Academia, Erik va a viajar a la ciudad más importante del Sur, a la sede de la Fraternidad, con la intención de proclamar al escogido. El Custos se va a ver inmerso en las intrigas palaciegas que cubren al Consejo de la Fraternidad y que intimidan con llevar al garete sus proyectos.