El gato con botas

La moraleja que nos deja este cuento, el gato con botas, es que jamás hay que despreciar cualquier cosa que nos obsequien por humilde que parezca, ya que tal como el hijo menor del molinero se defraudaría del gato que había recibido de herencia, nunca se imaginó que este gato por medio de su talento, sabiduría y capacidad lo iba a editar.