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Los viejos mexicanos tenian un enorme interés por el correr del tiempo, y lo reflejaron en un increíble calendario. Este calendario es único de Anahuac y fue usado por sus pueblos a lo largo de toda su crónica. Adjuntado con el maíz y las pirámides, se encuentra dentro de los elementos mucho más propios de aquella civilización. Se puede asegurar que Anahuac se extendió hasta donde llegó su calendario.
El calendario mesoamericano es mucho más complejo que el que usamos el día de hoy, ya que mide mucho más cosas. El calendario católico, llamado “Gregoriano”, solo quiere medir el correr del tiempo, pero el mexicano asimismo mide el espacio y las órbitas de los astros perceptibles. Su punto de inicio es una sincronización entre el Sol y la área de la Tierra, centrada en la región olmeca, desde la como, se traza una retícula espacio-temporal que marcaba los límites de la región nuclear de Anahuac.
Los ciclos del calendario se relacionaban con todos y cada uno de los puntos de aquella sociedad: las fiestas y prácticas, los mitos y opiniones, la producción agrícola, el ascenso de los mandatarios y curas, el retiro laboral, la construcción de inmuebles, la planificación urbana y la atención médica. El sistema tenía un lado místico, ya que servía para imponerle nombre a los pequeños que nacían, y para armar los horóscopos personales. Además de esto, las datas eran dioses y los dioses eran datas
El calendario mesoamericano es mucho más complejo que el que usamos el día de hoy, ya que mide mucho más cosas. El calendario católico, llamado “Gregoriano”, solo quiere medir el correr del tiempo, pero el mexicano asimismo mide el espacio y las órbitas de los astros perceptibles. Su punto de inicio es una sincronización entre el Sol y la área de la Tierra, centrada en la región olmeca, desde la como, se traza una retícula espacio-temporal que marcaba los límites de la región nuclear de Anahuac.
Los ciclos del calendario se relacionaban con todos y cada uno de los puntos de aquella sociedad: las fiestas y prácticas, los mitos y opiniones, la producción agrícola, el ascenso de los mandatarios y curas, el retiro laboral, la construcción de inmuebles, la planificación urbana y la atención médica. El sistema tenía un lado místico, ya que servía para imponerle nombre a los pequeños que nacían, y para armar los horóscopos personales. Además de esto, las datas eran dioses y los dioses eran datas
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