El brazalete del último vástago

«Pero ¿qué…?», se extrañó Luc al conocer aquella mañana en oposición al espéculo las cuentas esféricas y rugosas que envolvían su muñeca izquierda.
«¿De qué van a estar fabricadas?
Semejan trozos de… ¿Huesos?».
Pero aquel brazalete no va a ser la única sorpresa con la que se topará este joven de quince años, cuya mayor preocupación hasta el momento no había sido otra que la de ayudar al centro, quedar con amigos y estar cada día en comunidades.
Ese día, la vida de Luc va a dar un giro de ciento ochenta grados que lo dejará del revés, destripando sin piedad la verdad que creía saber y enzarzándolo en una perturbadora y escabrosa aventura que le va a hacer tomar muy duras resoluciones para socorrer tanto la vida de sus conocidos cercanos como la suya propia, dándose al final cuenta de que no es sino más bien una marioneta en garras de una deidad ancestral, progenitora de un obscuro y también infinito estirpe de criaturas demoníacas.
El cariño, la lealtad, el sacrificio, la patraña, el odio y el mal van a ser, entre otros muchos, los sentimientos que encarnen los variados y también inverosímiles individuos que van a acompañar a nuestro personaje principal, o, por contra, atentarán contra él, en esta historia cargada de concepto y simbolismo.