El bosque de Laurel (Soñadoras nº 2)

Laurel Kirkeby, la vizcondesa de Colvile, es la mujer mucho más deseada de toda Inglaterra.
Aristócratas y burgueses ceden miserablemente frente su hermosura y insolencia, hasta el momento en que caen en la cuenta de que está absolutamente ida. La patología que ha acompañado a Laurel desde la niñez es un misterio a voces en el seno de la alta sociedad británica: una mezcla inusual de inocencia, egocentrismo, inadaptabilidad a las reglas sociales mucho más elementales y el temperamento de alguien que fué poseído por el mismísimo demonio. Su disparidad es la agonía de su madre, la razón de la apatía de su padre y, mucho más últimamente, de las mofas atroces de su marido.
Después de su matrimonio de “conveniencia recíproca”, Laurel fué lanzada a una vida que no le forma parte, pero que por lo menos le deja dar libertad a sus excentricidades. Sin embargo, esa vida se va a ver truncada una vez se transforme en la única testigo de un delito. La amenaza de ser internada en un psiquiátrico le forzará a combatir en oposición a sus mucho más horribles temores, y un viaje obligatorio la va a llevar mediante caminos extraños, de sentimientos noticiosos y de la oportunidad de descubrirse a sí a través del amor.
Alexandra Risley regresa a desvestir la Inglaterra victoriana, paseándonos por el inextricable planeta de la cabeza femenina donde la histeria, la esquizofrenia y otros males que no conocían nombre son los contrincantes a combatir.