El Barril de Amontillado: El tonel de amontillado

En plenos carnavales de alguna localidad italiana del siglo XIX, Montresor busca a Fortunato con ánimo de vengarse de una pasada degradación. Al encontrarlo ebrio, le resulta simple persuadirlo de que lo acompañe a su palazzo con el motivo de ofrecerle a evaluar un nuevo vino. Lo lleva a las catacumbas de la vivienda, y allí gaste su venganza.