El arte de educar: de padres a hijos (Ensayo nº 514)

Para Franco Nembrini educar es la vocación de la vida humana. Ha dialogado regularmente sobre la experiencia didáctica con progenitores, instructores, docentes de instituciones de distinto género, incluidos médicos y gobernantes públicos. El arte de educar. De progenitores a hijos recopila ciertas de sus intervenciones mucho más importantes en las que, con lenguaje liso y directo, muestra su muy amplia experiencia, ofreciéndola a todos y cada uno de los que en cualquier campo de la presencia deseen ser acompañados en la bien difícil y impresionante labor de trasmitir a los jóvenes una promesa para la vida.

Como asegura José María Alvira, secretario general de Academias Católicas, en su prólogo a esta edición: Franco Nembrini se siente ---como tuve ocasión de revisar en lo personal en el momento en que lo conocí en Roma hace en este momento un año--- educador, padre y instructor de forma inseparable. Y lo es verdaderamente. Es simple revisarlo mediante las páginas que prosiguen. Bastaría con leer las expresiones que nos deja prácticamente al finalizar el libro: En el final hay solo una razón que funciona todo lo demás: el cariño por una mujer, el cariño por los amigos, el cariño por el estudio, el cariño por los pobres del tercer Planeta. El cariño o existe o no... Tras el increíble acercamiento con la realidad, la hermosura y el bien, vas a poder regresar a decirles a los hombres que la vida es grande y efectiva, que la última palabra no la tiene esa selva obscura, sino más bien una luz sin limites, una hermosura sin limites, un amor insondable.