El anticuario de Teherán: Historias de una vida diplomática (HUELLAS)

Un collar de oro, coral y aguamarinas que un anticuario iraní ruega a Jorge Dezcallar que le realice llegar a su hija abre este libro, en el que el diplomático español pasa gaceta a sus años como embajador —lo fue en Marruecos, Washington y Roma— y recuerda a ciertas personalidades —ministros, reyes, actores, presidentes— con las que ha compartido negociaciones diplomáticas y asimismo, a veces, veladas memorables.

Enfrentamientos pesqueros con Marruecos que ponen seriamente riesgo la relación entre países, torpes intentos de darle al MoMA un Velázquez a cambio del Guernica, un banquete marroquí que no comienza hasta el momento en que llega el cordero enviado por el rey, agradecimientos que se entregan con apariencia de colosal cajón rebosante de lenguados y merluzas o una declaración de guerra con Rusia de la que absolutamente nadie se acordó a lo largo de mucho más de doscientos años recorren estas páginas, repletas de historias entrañables, entretenidas, desoladoras o sencillamente surrealistas, pero en todo caso emocionantes, escritas por alguien que, como consecuencia de todo lo vivido, ha aprendido "a ser condescendiente, a contrastar mis puntos de vista con otros y a admitir que, sobre el barniz de etnias, religiones y lenguas, los humanos somos fundamentalmente iguales y procuramos exactamente las mismas cosas por caminos diferentes".