El Ajuste

—Rocio y yo deseábamos arreglarlo —continuó Carlos—. Ya conoces, por los pequeños. Hicimos unas sesiones de terapia de pareja...
—¿Fueron bien?
—No —sonrió—. Mira, fue Enrique, mi colega, el del yate de Menorca...
Se le quedó viendo un instante y también logró un ademán tal y como si con eso Pedro debiera entender quién era.
—Es igual —ha dicho sacudiendo la mano para sacar la imagen del yate que había quedado ahí flotando en la cabeza de Pedro—. Él me lo aconsejó, exactamente el mismo ahora lo había probado, me mencionó que era algo que no fallaba, que era fiable a 100 por ciento. Y llevaba razón.
—¿El qué?
—Ya conoces, esto que hacen en la RN... son estos que están con lo de la Reprogramación Neuronal.
—¿Re… qué?
—Joder, Pedro, vives en una burbuja ¿No ves la tele? —No, no la veía y en el momento en que lo hacía evitaba las novedades— Te reprograman tus factores de personalidad a fin de que consigas ser coincidente con tu pareja.
—¿Qué...? —Los ojos de Pedro se abrieron tanto que daba la sensación de que se iban a salir de sus cuencas— ¿Se tienen la posibilidad de cambiar los factores? ¿Desde cuándo?
—Te lo acabo de decir, la RN...










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