Efecto Polybius

Ángela tenía mucho más de noventa años. Una voz la despertó al amanecer en su casa de Christiania (Copenhague), susurrándole al oído que no volvería a contemplar otro amanecer. Lejos de angustiarse, los recuerdos de una vida plena, feliz, ocuparon sus últimas horas. Ella recibió el cariño de sus conocidos cercanos, gozó, padeció, amó y fue testigo de un cambio extremista en el planeta.

En el momento en que era pequeña el destino de la raza humana resultaba sombrío. La multitud se había vuelto ligado de la tecnología y las comunidades, de forma especial desde la hegemonía de Rooftop, el primer ambiente de relación colectiva apoyado en la verdad virtual. Las historias que le relató su padre contenían las claves de la novedosa era: códigos concebidos por desarrolladores espectaculares, hacktivismo, el nacimiento de Anonymous y su pelea contra una vieja corriente de pensamiento de la que Ángela no llegó a entender bastante.

El centro de la conspiración a escala planetaria que supuso el enorme cambio fue un juego de plataformas legendario: Polybius. Merced a su padre conoció los misterios que asistieron a la raza humana a superar hasta una exclusiva y radiante era, desde las cenizas de la posverdad que envenenó una gran parte del siglo XXI.