La educación de la mujer

Concepción Arenal dedicó una parte de su historia a la reivindicación de ocasiones injustas, como por poner un ejemplo el papel que tenía la mujer en la sociedad del siglo XIX.
En el final de su historia redacta "La educación de la mujer", un tratado anunciado en 1892 donde protege las ventajas que va a tener para la sociedad encender y progresar la educación que recibe la mujer, en esos instantes tan diferente a la del hombre. A consecuencia de una optimización en el sistema educativo, Arenal protege un espacio en el mercado de trabajo para la mujeres.