Dr. Bloodmoney: o cómo nos las apañamos después de la bomba (Biblioteca P. K. Dick)

Siete años tras el día de las bombas, Point Reyes puede considerarse un espacio bastante favorecido. Sus pobladores son razonablemente normales –salvo por la pequeña que transporta a su hermano siamés medrando en su estómago-, su economía fundamentada en el trueque semeja marchar y sus genios habitantes tienen la posibilidad de reparar prácticamente todo cuanto se estropea.
Pero esta situación puede irse al garete si los pobladores se dan cuenta que están resguardando, sin saberlo, al hombre que provocó la tercera guerra mundial y la desaparición de miles de individuos por radiación nuclear.