El Domingo de las Madres (Panorama de Narrativas nº 944)

Un último acercamiento. Un amor irrealizable que marca una vida. Un libro muy, muy bello, cargado de erotismo, pasión y melancolía, que nos charla de la vida y de la literatura.

Inglaterra, 30 de marzo de 1924. El Domingo de las Mamás. Una día donde las criadas vuelven a sus viviendas para conocer a sus familias. Pero Jane Fairchild, de veintidós años y que trabaja para los Niven, es huérfana, y pasa ese día de una manera muy distinto. Se cita con su apasionado, Paul Sheringham, el único hijo vivo de los vecinos de los Niven, que perdieron a los otros en la guerra. Jane y Paul llevan años de relación furtiva, pero llegó el instante de dejarlo, pues él va a casarse con una muchacha de su clase popular en un par de semanas. La pareja va a hacer el cariño por última vez, pero tras despedirse va a suceder algo inesperado que cambiará para toda la vida la vida de ella... En los años que le quedan por enfrente, Jane acrecentará su interés por la lectura –por medio de los libros de Conrad–, va a trabajar en una librería de Oxford y transcurrido el tiempo se transformará en una novelista de éxito, en una forjadora de ficciones. Pero jamás olvidará lo sucedido aquel 30 de marzo de 1924. Graham Swift, en la plenitud de su madurez literaria, escribió una novela tan sucinta como deslumbrante, empapada de erotismo, pasión y melancolía. Una muy, muy bella indagación en los meandros del amor, en la relevancia de los recuerdos que evocamos y de las historias que nos contamos, en la búsqueda de nuestra identidad y en el poder transformador de la literatura.