DISCORDIA

En la actualidad, ciertos leyentes se aproximan a una literatura donde el único propósito, muy respetable, es conocer al asesino o transcribir el secreto de turno, sin más ni más. Indudablemente, esta no es su novela.
Si bien pensado en el siglo XVI, tampoco es este un libro de caballerías. Su personaje primordial dista bastante de ser considerado un héroe que busque ganar popularidad, ser útil a su rey o perseguir el cariño cortés.
La novela nos sumerge en la vida de Juan, un joven alicantino entusiasta y aventurero a quien el cariño y el destino le van trazando una ruta inesperada y llena de avatares que van forjando su carácter hasta transformarlo en alguien distinto de quien un día fue… ¿o no?
El lector se adentrará en la interesante atmósfera histórica de principios de la edad actualizada en la costa levantina de España y en otros niveles mediterráneos. Piratería, caza de brujas, supercherías, guerras, intrigas o picaresca se mezclan en un contexto de enfrentamiento entre moros y cristianos viejos, para ofrecer forma a la trama de la obra. Pero lejos de honduras históricas, no pretendidas ni buscadas por el creador, el libro jura enseñar de qué forma la esencia de la gente se conserva por medio de los tiempos. Las inquietudes, las adversidades y muchas otras ocasiones no van sino más bien repitiéndose, no siendo muy diferentes las pasiones que nos guían hoy día de las que en su día movieron a nuestros predecesores. Y sucede que, ajeno de adelantos científicos, industriales o digitales, las discordias familiares, cariñosas, religiosas o sociales persiguen al humano en todo tiempo, antes y en este momento.