La diosa Fortuna: Metamorfosis de una metáfora política (Teoría y crítica nº 18)

Premio Nacional de Ensayo 2007

La diosa Fortuna fué concebida comúnmente como una personificación de esos elementos de la vida humana que no tenemos la posibilidad de conducir, sino están a cargo del azar. De todos modos, el poder de la Fortuna fué grande, pues todas y cada una de las dimensiones de la vida tienen un ingrediente azaroso no domesticable de forma racional, desde nuestra constitución genética de nuestro cuerpo hasta el éxito, la riqueza, el cariño y la desaparición, pasando por el tiempo, su duración y las situaciones en que nos toca vivir. En determinada medida, podríamos concebir el desarrollo de racionalización occidental como un intento incesante de controlar el azar y la fortuna a través de la app de métodos racionales en todas y cada una de las esferas de la vida individual o colectiva. Pero siempre y en todo momento queda un resto de azar que no puede ser sometido a la razón, aparte del hecho analizado por Max Weber de las paradojas de la racionalidad occidental: cada novedosa vuelta de tuerca del desarrollo de racionalización genera novedosas maneras de irracionalidad.

Resalta el carácter multidisciplinar del libro: al lado de análisis de las metáforas estamos asimismo con enfoques propios de las novedosas maneras de historia cultural, la sociología, la filosofía, la literatura y la iconografía, en tanto que en todos estos campos ha aparecido comúnmente la diosa Fortuna como personificación de la fortuna y del azar en los temas humanos. La sección primera, si bien hace incursiones a temporadas precedentes, se enfoca en tres tradiciones intelectuales y artísticas a lo largo de los siglos xvi y xvii —iconografía, literatura y filosofía política— en las que la diosa Fortuna ejercita su triunfo y colosal predominación como metáfora y alegoría. A lo largo de los siglos de la Ilustración o del Avance, la diosa sigue con vida en un background y reaparece de forma fuerte desde las guerras mundiales del siglo veinte, ya que se aguza nuestra percepción de que la vida es dependiente de varios componentes que no tenemos la posibilidad de supervisar. Por este motivo, la segunda una parte del libro se enfoca en esos elementos contemporáneos en que resurge la Fortuna, más allá de que, claro está, transmutada y secularizada en otras categorías como las de azar, peligro, suerte o destino: la fragilidad de la vida buena de los individuos frente el cariño o la catástrofe, las relaciones entre Justicia y Fortuna, el regreso de esta en la llamada "sociedad del peligro" o el poder de la Fortuna en los campos de concentración forman elementos esenciales para formas recientes de reflexión filosófica.