Dios te quiere y tú no lo sabes: Ideas para darse cuenta de cuánto nos ama Dios

Este libro está dirigido a quienes confiesan: «Creo en Dios Padre Todopoderoso», pero viven intranquilas.
A las que rezan: «Padre nuestro que andas en los Cielos», pero están inquietas, inseguras y agobiadas.
A las que saben que Dios es su Padre, pero prosiguen preocupadas, angustiadas, tensas, tal y como si Dios no fuese enserio su Padre.
A las que creen en Dios y lo adoran, pero no terminan de confiar completamente en Él.
Podrían ser realmente contentos, pero no lo son.
Y asimismo a tantas personas que, como no reconocen a Dios como Padre, están solas y también impotentes frente a los inconvenientes de su historia.
No tiene que ver con un libro ordenado y sistemático.
Son apuntes, medites, ideas y comentarios que he ido reuniendo en todo el tiempo para mi meditación personal. El lector va a poder localizar, aun, ciertas reiteraciones.
Hace ya tiempo me percaté de que yo formaba una parte de ese conjunto de cristianos que podríamos llamar «fieles estresados», y eso me impulsó a buscar en la Escritura y en los autores espirituales la asistencia para persuadirme, con la felicidad del Espíritu Beato, de que la seguridad en Dios debe ser absoluta.
Confiamos en quien nos quiere. Confiamos bastante en quien nos quiere bastante. Pero solo tenemos la posibilidad de confiar completamente en quien es omnipotente y nos quiere locamente. Sentir la santa disparidad del amor de Dios es la clave para confiar completamente en Él y ser contentos.
Las ideas y medites que me han servido tienen la posibilidad de ser útil asimismo a otros, y con ese deseo publico este escrito.
Quisiera que nos asista a todos a transformarnos en pequeños pequeños que sonríen relajados en los brazos de su Padre.