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Halla dirección divina.
Dios va adelante.Un hombre que estaba en un safari africano en lo profundo de la jungla. El guía que encabezaba una fila se valía de un machete y se abría entre la consistencia de la vegetación. El viajero se encontraba agotado y preguntó dónde estaban y hacia dónde conducía el camino. El guía que tenía mucha experiencia detuvo el paso, lo miró y le ha dicho: «Yo soy el camino».
Creo que cada tanto en el momento en que observamos alrededor, no observamos el claro y nos encontramos cansados, le preguntamos a Dios dónde estamos y hacia dónde va el camino. Él es nuestro sendero, el que abre sendero donde no lo hay. Nos semeja que nos conoce por sitios dudosos, pero Él ahora recorrió frecuentemente el sendero que para nosotros es nuevo.
Con frecuencia, aguardamos mucho más información o que nuestro guía nos consulte. Entonces, debemos rememorar que Él sabe lo que hace. Él no va a hacer que la jungla desaparezca, pero va a abrir un sendero por medio de ella.
Tenemos la posibilidad de tener la expectativa acertada que si proseguimos sus normas y andamos cerca de Él vamos a llegar a destino. Conque prosigue al Guía, Él es el camino. No te desvíes ni a la derecha ni a la izquierda. No te misiones en la vegetación, no tomes atajos, únicamente debes caminar un paso al unísono con fe. Abre bien los ojos y oídos espirituales, y coloca tus pies donde Él lo logró, prosigue su voz y escucha sus normas.
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