¡Despierta!

En el mes de octubre de 2019 sucedió en Novedosa York el Acontecimiento 201, un acercamiento al mucho más prominente nivel en el que se brindaron cita las primordiales agencias globalistas. Allí se simuló la irrupción de una pandemia que se extendería por el planeta gracias a un reciente coronavirus singularmente contagioso, apoyado en el SARS y que, que viene de un murciélago, brincaba a los humanos mediante un animal intermedio. El supuesto incluía la sepa de vacuna a lo largo del primer año. Las secuelas sociales y económicas de la pandemia resultaban asoladoras.

Tres meses después, una OMS sostenida por los intereses privados de Bill Gates y de las farmacéuticas declaró la pandemia de covid-19.

Desde ese momento nos han recluído, embozado y vacunado. Los asaltos a la independencia fueron fieros, las comunidades han cerrado cientos de cuentas, verificadoras ideologizadas determinan lo que es cierto y lo que es patraña, Donald Trump fué expulsado de la presidencia de los USA y la Agenda 2030 nos adelanta que debemos olvidarnos de comer carne y de viajar en avión. El planeta se precipita en una crisis a la que no se le ve salida, mientras que China medra y las farmacéuticas consiguen provecho fantásticos imponiendo la vacunación general aun a los pequeños y animales familiares. La inmigración ilegal se dispara, pero se restringe drásticamente el tráfico legal de personas.

Todos estos sucesos son el producto de las políticas de las elites.

¿Qué pasa? Y, más que nada, ¿cuál representan el futuro que las elites nos han desarrollado?