El descanso del minotauro (Erótica | Romántica nº 9)

Paula es una mujer idealista y con las preferencias clarísimas. Su primordial misión en la vida es hallar un amor de película como el que vio en sus abuelos y en sus progenitores: inamovible, profundo y para toda la vida. No obstante, las secuelas que ese amor tuvo en la cordura de sus familiares han causado en Paula una irónica dualidad, ya que, más allá de que se muere por encontrar a la mujer de su historia, teme al tiempo lograrlo y finalizar tragada ella asimismo por la disparidad y la depresión. Es por este motivo con lo que busca en esa chavala un ideal inalcanzable, una mujer que le mate ese temor con forma de animal que le habita dentro y de esta forma, al fin, vivir ese amor con el que sueña.
Ro, una mujer con los pies en la tierra que ha vivido ahora mil vidas, no cree en la toxicidad del amor romántico ni en las relaciones de ningún género. Su pasado solitario hizo de ella una chavala insolente, distante y práctica. Se restringe a gozar sin meditar en un largo plazo, sin entablar bastantes nudos y sin aguardar de la vida nada trascendente.
En el momento en que Paula y Ro están por al azar en la entrada del laberinto, deberán elegir la forma donde las dos se combaten a ese minotauro fatigado que las espera en el centro.
El reposo del minotauro es la primera obra publicada de Cristina González. En esta novela ha amado reforzar en los temores y los deseos, en ocasiones contrapuestos, y la forma donde decidimos encararnos a ellos.