Derecho procesal contemporáneo: Perspectivas y desafíos

En la mayor parte de los Estados de todo el mundo, el derecho procesal tiene dentro como medio de defensa la generalidad de la impugnación y la especialidad de los elementos como parte integral del centro de la impugnación para control general de las resoluciones de los jueces que por alguna situación se desvían del camino propio de la rápida, cumplida y eficiente justicia al instante de proferir las providencias en los procesos que vienen rituando por el suplico de quienes están insatisfechos con sus derechos constitucionales y legales1.

En el procesalismo judicial, como lo advierte la jurisprudencia adoctrinada, estos medios de control son precisos para terminar al desvío de los principios de la autonomía y también independencia de los jueces que, sin embargo la presunción de buena fe respecto de su imparcialidad, se desatienden en la emisión de sus resoluciones, y olvidan su deber de asegurar a la sociedad que judicialmente son objetivas2, erguidas en el principio de un régimen igual para todas y cada una la gente y que unicamente se tienen que a la Constitución y a la ley, donde se inculca y asigna la labor de protección eficaz de los derechos escenciales, aparte de ser el punto de confluencia del derecho y la verdad, de cuya correcta interrelación es dependiente la justicia de una determinación.