El derecho como una conversación entre iguales: Qué hacer para que las democracias contemporáneas se abran –por fin– al diálogo ciudadano (Derecho y Política)

Muchas democracias se muestran recorridas por un alarmante espectro: el hastío o la fatiga. La ciudadanía se expone harta de sus instituciones, exhausta de sus representantes. Se charla de democracias que no "mueren" como antes, de un golpe de Estado, sino más bien de muerte lenta, y desde un paulatino desmantelamiento que realizan, a través de pasos legales, quienes llegaron a apropiarse del poder.

Frente este diagnóstico desalentador, Roberto Gargarella expone explícitamente la enorme pregunta leninista: ¿Qué llevar a cabo? Y arguye en 2 direcciones completamente auténticos. No tiene que ver con emparchar el sistema de frenos y contrapesos entre los tres poderes del Estado, o de progresar el control judicial, o de depurar el sistema político de gobernantes corruptos o inútiles. El inconveniente no está en la Constitución ni en la gente recluidas. El inconveniente es que nuestras instituciones tienen doscientos años y están a años luz de las solicitudes y pretensiones sociales. Fueron concebidas para proteger el poder de las minorías en temporadas de batalla entre facciones y para sostener a raya a las mayorías, que solo tienen la posibilidad de formar parte formalmente a través del voto.

En frente de esto, hay que iniciar todo nuevamente, con el norte de un ideal que no es utópico ni ilusorio: la charla entre iguales. De esta forma, a contrapelo de la inercia de los poderes constituidos, este libro apuesta por un sistema institucional mucho más abierto y sensible a las discusiones, con la capacidad de contestar al primordial drama de nuestro tiempo, las desigualdades. Un sistema que atienda las movilizaciones populares y organice espacios de deliberación inclusiva en lugar de conciliábulos de especialistas. Nada de o sea abstracto: sucedió en 2018 en la Argentina con la ley de interrupción facultativa del embarazo