Decisiones difíciles

«Con el liderazgo de México pudimos ver progresos en una amplia y extensa gama de desafíos que son vitales para progresar: la seguridad alimenticia, el desarrollo económico verde, el combate al cambio climático, la educación financiera... Todo lo mencionado se dio en parte importante por el liderazgo del Presidente Calderón.» Barack Obama. Asamblea del G-20 en Los Cabos, BCS, 2012.

"Gobernar es elegir. No es ni remotamente algo fácil. En las resoluciones que se toman como Presidente de la República lo que está en juego es el rumbo de la nación y las condiciones de vida de decenas y decenas de miles de individuos."

De esta manera empieza este paseo en el que Felipe Calderón piensa sobre la complicada labor de gobernar y lo que significa tomar resoluciones en niveles de indecisión, resoluciones que, a fin de cuentas, absolutamente nadie mucho más desea tomar.

Al combatir este reto, afirma el creador, es ineludible relatar las situaciones, las experiencias, las ideas que cubren cada hecho. De esta forma, desde una concepción muy especial de la política, como vocación y deber, Felipe Calderón muestra una visión de grupo de las resoluciones mucho más bien difíciles que tomó en su trayectoria, como espectador favorecido de la transición democrática primero y después como personaje principal en instantes escenciales del pasado reciente, particularmente como Presidente de México.

En un recuento crítico en el que intercala anécdotas personales y capítulos nuevos hasta este día, aborda sin trabas los temas mucho más frágiles de su administración, desde las selecciones en las que resultó ganador, pasando por la extinción de Luz y Fuerza, la crisis económica o la pandemia de la influenza, hasta la estrategia de seguridad incorporada por su gobierno, lo que deja al lector entrever las causas tras hechos vitales que configuraron el presente del país.

Con plena concienciade que en las resoluciones de presidentes es indispensable la aptitud de preguntarse qué es lo acertado, la solidez de carácter para accionar y la predisposición de enmendar los fallos que indudablemente llegan a cometerse, Felipe Calderón concluye la travesía con una carta apuntada a Andrés Manuel López Obrador, donde muestra puntualmente su visión de esta época y los retos por venir.