Las damas más inteligentes del siglo XVI (Casiopea Historia)

Han reinado, conspiraron, firmaron tratados, manejaron los hilos de la política y las artes entre bastidores, etcétera. Son las damas mucho más capaces del siglo XVI. El trasfondo político actualmente que les tocó vivir fue convulso: luchas intestinas entre las potencias de europa, intereses territoriales, negociaciones, tratados y coaliciones con otras viviendas reinantes, casamientos como prebendas en la política reinante, etcétera. Todas y cada una ellas supieron ingeniárselas para escaparse con la suya y ser admiradas y respetadas.

Margarita de Habsburgo, hija del archiduque Maximiliano de Austria, terminó rigiendo los Países Bajos, se casó con Juan de Aragón, hijo de los Reyes Católicos. Fue una mujer con una sabiduría fuera de lo normal. Negoció un considerable tratado con Inglaterra, en el que se favorecía el comercio de lonas flamencas y participó en la Liga de Cambrai, una coalición contra la República de Venecia y entre las esenciales coaliciones introduces en las guerras italianas.

Luisa de Saboya, que resaltó por su agudo conocimiento de las complejidades políticas y diplomáticas, aparte de sentir enorme interés por los adelantos en artes y ciencias del Renacimiento italiano. Sus títulos la antecedían: Fue duquesa de Angulema, duquesa de Anjou y condesa de Maine. Además, fue duquesa de Borbón y de Auvernia, condesa de Forez y de La Marca y señora de Beaujeu al ganar un litigio contra el mismísimo Carlos III. Por un par de veces debió ejercer como regente de Francia y organizó la continuidad del Estado y la contraofensiva contra Carlos V. Asimismo tuvo ocasión de negociar "la paz de las Damas", tratado que confirmó la hegemonía Habsburgo en Italia.

Catalina de Aragón, hija de los reyes católicos, fue reina consorte de Inglaterra como primera mujer de Enrique VIII. Se vio cubierta en los hechos que condujeron a la separación de Inglaterra con la Iglesia Católica. Rechazada, desterrada, encerrada para toda la vida en un castillo, no se rindió a su suerte y fue querida por el pueblo inglés. Consiguió un triunfo con la apelación en pos de la vida de los rebeldes comprometidos en Evil May Day, a quienes defendió por el bien de sus familias, y fue admirada por comenzar un extenso programa para el socorro de los pobres. Catalina fue mecenas del humanismo renacentista y amiga de los enormes eruditos Erasmo de Rotterdam y Tomás Moro. Exactamente el mismo Thomas Cromwell ha dicho de ella:  "si no fuese por su sexo, podría haber desafiado a todos y cada uno de los héroes de la historia".

Ana de Bretaña, capaz, orgullosa, soberbia y taimada, pasó una gran parte de su tiempo en Bretaña, a la que dedicó su historia para salvaguardar su autonomía fuera de la corona francesa. Fue mecenas de las artes, de la música y autora fecunda de entapices. Con 2 matrimonios en su haber, catorce embarazos, y solo 2 hijos sobrevivientes, tuvo una vida agitada donde supo compaginar su historia familiar con la política y las artes que la atrajeron.