Cuentos de risa: Una broma gamberra

Esta broma gamberra, sátira turbia o chirigota mucho más que zorrilla...
Estos Cuentos de risa fueron puestos aquí con solo una intención, que ustedes se rían (la de Perogrullo), y para esto, para conseguir que las sonrisas –e inclusive las carcajadas– afloren en la expresión de los que leen y lleguen hasta las mucho más categorías superiores (que es algo que allí arriba se puede ver bastante), me he valido de distintos individuos que a todos resultan familiares, a entender: compañeras sentimentales, comisionistas, porteros de puticlubs, cazadores fallecidos, gabardinosos, titis muy guapas, elefantes y otros animales de África, gente que pasaba por la calle, extraterrestres, enamorados locos... Todos ellos tienen voz, y indudablemente voto, en la sin limites sinfonía universal.
Ciertas historietas que aquí se cuentan son fabulosas, esto es, que se van completamente de las coordenadas que disponemos por diarias, pero otras son tan teatrales y excesivas como la vida misma, y para ilustrar el insurrecto ánimo que dentro suyo se encierra enumeraré los títulos: «Escalera al cielo», «El bar infinito», «El holandés errante», «Esmeralda», «Tarde de fútbol», «La incesante de Planck», «Gatillazo al amanecer», «El gabardinoso y su perseguidor» y «El cazador, el elefante y uno de lejísimos».
Esta broma gamberra (ahora lo afirmaba), broma imprecisa o heterodoxa cuchufleta mucho más que golfa...