Crónicas del desamor

Las tres novelas que han consagrado a Elena Ferrante como entre las voces mucho más sólidas de la literatura italiana de hoy.

La autora que ha fascinado a mucho más de 20 millones de leyentes en 42 países.

«Ferrante es una contadora de historias nata, tan excepcional y adictiva como mi asimismo adulado John Irving, una autora tradicional en el sentido fantástico de la palabra.»
Milena Busquets

Las tres piezas que podemos encontrar en Crónicas del desamor tienen como personaje principal a una mujer, y las tres averiguan en el mal femenino con mano estable, sin concesiones al sentimentalismo.

El cariño molesto, la primera de las piezas, relata la relación de Delia con su madre Amelia. Mi madre se ahogó la noche del 23 de mayo, el día de mi cumpleaños..., redacta la narradora en la primera página, y de ahí de ahora en adelante todo va a ser conocer quién era verdaderamente Amelia.

La segunda parte, llamada Los días del abandono, cuenta la historia de una mujer joven, madre de 2 hijos, que de súbito es dejada por su hombre y debe confrontar a un nuevo modo de vivir. Sola en Turín, la mujer cae en una espiral de mal que la paraliza, y Ferrante logra que sintamos esa angustia de una forma prácticamente corporal: sus movimientos, sus expresiones, su cuerpo es la pura expresión de un mal obscuro que va alén de la traición, tal y como si la catástrofe griega se hubiese encarnado en el ánimo de una mujer de el día de hoy. Entonces, de a poco, el resurgir, ese nuevo pacto con la vida que se hace desde otras premisas, esa madurez tan conmemorada que sella con garbo nuestros fallos.

Cierra la trilogía «La hija obscura», donde podemos encontrar a Leda, una mujer que se cree sola y libre en un pueblecito de playa, pero el acercamiento con una familia muy peculiar la forzará a comprobar las relaciones que mantuvo con sus hijas y conocer cuales son los nudos que las unen.

Constantemente, una trama en fachada banal se transforma en un arma en manos de Ferrante. Su modo de contar hace daño y calma al unísono, y eso quizá pues ahí nos encontramos todos, si bien duela reconocerlo.

Comentarios:
«No se dejen mentir. El mayor secreto no es quién es o quién deja de ser Elena Ferrante [...]: el secreto es su escritura y su aptitud de evocación. Un fenómeno torrencial, imantado, incontenible.»
Quico Alsedo, El Planeta

«Los individuos de Ferrante recuerdan a las muñecas rusas, cada una tiene dentro otra muñeca, entonces otra, hasta la última, la mucho más misteriosa.»
La Croix

«Las novelas de Elena Ferrante me tuvieron atado al sillón, leyendo y festejando.»
Juan Marsé

«Lo destacado es admitir el juego así como lo muestra la autora: lo que importa no es su rostro, ni los datos de su historia. Lo que importa es su literatura desviste de todo cuanto no sea nuestro artículo.»
Elena Hevia, El Periódico

«Es bien difícil defraudar. Pero es que, Ferrante maneja con habilidad los elementos que le hacen fuerte y que capacidad en su extraordinaria narrativa.»
Pilar Parra, ABC