El crimen de la quiniela

La policía de Alicante halló en 1954 un cadáver a medio abrasar en adelantado estado de descomposición, en un chalet en la colonia veraniega de Vistahermosa de la Cruz. El chalet lo había alquilado un par de meses antes un sujeto que dio un nombre falso. Su auténtico nombre era Julio López Guissot y afirmaba tener un procedimiento para adivinar en las quinielas, en verdad había tenido trece aciertos en un par de ocasiones de antemano.
Guissot precisa desesperadamente probar que su procedimiento es eficaz, para esto precisa una proporción de dinero de la que no dispone. Conseguir ese dinero es el paso inicial para realizar silenciar las bocas que siempre y en todo momento le despreciaron…y hacia el éxito.
El Jefe del Estado Francisco Franco va a poner el punto y final a esta historia.