Corazón que ríe, corazón que llora: Cuentos verdaderos de mi infancia (Impedimenta nº 188)

No es moco de pavo vivir entre 2 mundos, y la pequeña Maryse lo sabe.
En el hogar, en la isla caribeña de Guadalupe, sus progenitores se niegan a charlar criollo y se enorgullecen de ser franceses de pura cepa, pero, en el momento en que la familia visita París, la pequeña repara en de qué forma los blancos los miran sobre el hombro.
Eternamente entre la lágrima y la sonrisa, entre lo hermoso y lo horrible, en expresiones de Rilke, asistimos al relato de los primeros años de Condé, desde su nacimiento en pleno Mardi Gras, con los chillidos de su madre confundiéndose con los tambores del carnaval, hasta el primer amor, el primer mal, el hallazgo de nuestra negritud y de nuestra feminidad, la toma de conciencia política, el surgimiento de la vocación literaria, la primera muerte. Estos son los recuerdos de una autora que, varios años después, echa la visión atrás y se zambulle en su pasado, intentando encontrar llevar a cabo las paces consigo misma y con sus orígenes.
Profunda y también ingenua, melancólica y rápida, Maryse Condé, la enorme voz de las letras antillanas, explora con una honestidad emocionante su niñez y su juventud. Un magistral ejercicio de autodescubrimiento que forma una parte clave de su producción literaria, que le ha valido el Premio Nobel Alterno de Literatura 2018.